sábado, 23 de junio de 2012

Tu muerte (tan TAN esperada)

Te lloré tanto. Me dolieron lugares que no tenia idea que existían. Me dolió hasta el alma, que no creía realmente tener una. En el colegio, en mi casa, en los colectivos, en los boliches, en el cine, en un bar, en un restaurante, en todos los lugares existentes, porque en cada uno de ellos había algo de vos. (Después me di cuenta que ese algo estaba adentro mío, la bandera que clavaste, mi obsesión por vos)
No existió noche durante este último año que me acueste sin pensarte. Sin imaginarte. Fiel a mis sentimientos.
No dejaste lugar para nadie más. Ni siquiera para un touch and go, con quiensea que este imaginaba que eras vos, que te entregabas. Que me amabas al fin.
Nunca me importó darte todo TODO lo que tenía a cambio de lo que vos me dabas. De volver de donde sea y tenerte en mi casa. De llamarte cuando quiera. De que estes vivo. Eso no era todo lo que necesitaba, pero me conformaba. Una sonrisa, un abrazo, un te quiero.
No quería que nada de esto se termine. Fue tan horrible enterarme. Fue clavarme un cuchillo en el medio del corazón. Fue desangrarme, y que lo que corra por mi cuerpo no sea sangre sino mi alma desvaneciéndose. Te la llevaste. Te llevaste todo. Te fuiste. Te moriste. Y me dejaste sola. (O mejor dicho sin vos, que en mi mundo es lo mismo) A pesar de que la gente que me quiere lo intentó, nadie pudo dejar de hacerme sentir así. Chiquita, mínima, fría, enferma, sola, quebrada, casi muerta. Porque no me llevaste con vos? pensaba, hundiéndome en un río de lágrimas y sangre. Pero nunca hubo nada que pueda decidir. Y menos cuando la vida se lleva a alguien lejos, que queda por hacer? Si ya no estas. Si ya no puedo decirte que te amo. Si ya no puedo abrazarte e intentar que te quedes conmigo para siempre... Que queda? Que me queda? Si vos ya no estas. Si ya no puedo gritarte. Si ya no puedo acariciarte. Si ya no puedo verte sonreir.
Me dejaste vacía.

Entonces a veces aparece tu fantasma. Y te veo. Realmente te veo, y es como si volvieras a existir. Entonces todo en mi interior resusita y te vuelvo a llorar, porque te necesito mucho. Y vuelvo a sentir ese cuchillo clavado. Vuelve a escaparse mi alma con tu fantasma, que de a poco había ido recuperando. Me vuelve a doler. Muchísimo. Y necesito sostener mi pecho para que mi corazón no se vaya con vos también, para poder seguir viva.
Sé que pude haber sido todo lo que vos quisieras, y que sabés que siempre fuiste vos, THE ONE, el único, todo lo que quería.
Pero con el tiempo que ya pasó siento que tengo que cambiar de estrategia para dejar de extrañarte, porque si hablamos de amor no se si podría dejar de quererte, y se me ocurre esquivar tu fantasma. Dejar de mirarlo a los ojos. Irme, escaparme. Hacer de cuenta que no aparece repentinamente ante mis ojos. Solo dejarte. Dejarte descansar en paz. Y que mis recuerdos con vos también lo hagan. Recordarte como el que lo logró, en que venció todas mis barreras.

Y con vos me sentía segura. Y hoy estoy en peligro. Peligro sin vos.


(Pero ya puedo dormirme sin pensarte, a veces, y puedo verme con alguien sin imaginarte, a veces. GRacias por morirte, sabés que era lo mejor para los dos.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario